Gasto mensual
Centro de Bachillerato Tecnológico industrial y de servicios No. 13 "Dr.Josè Marìa Cos y Pèrez"
Modulo 5: Determina las remuneraciones al capital humano de la organización
Submodulo 1:Determina la nomina del personal de la organización tomando en cuenta la normatividad laboral
Sudmodulo 2: Determina las remuneraciones del personal en situaciones extraordinarias
Lupita Sol Flores 6° "A" Administración de Recursos Humanos
Profesor: Arturo Palacios Gomez
Pregunta de examen
Por derecho los colaboradores deben de tener aguinaldo y prima vacacional, aparte de su salario.
Calcular gasto mensual
Super $1083.33
Verduras $2166.66
Pasajes $576
Pollo/ carne $1603.33
Luz $75
Agua $150
Celular $400
Cable $200
Suma total $6254.32
¿Cuantos días de vacaciones tiene un trabajador?
Según lo estipulado en el artículo 76 de la Ley Federal del Trabajo, todos los trabajadores que tengan más de un año laborando pueden exigir y la vez disfrutar de sus días vacacionales; la Ley indica que los días vacacionales deberán de ser pagados y dicha remuneración por esos días no podrá ser inferior a su equivalente de seis días laborales.
La Ley Federal del Trabajo puntualiza que el periodo vacacional se irá incrementando en dos días de acuerdo a la acumulación de años laborales hasta llegar a los 12 años, una vez concluido el cuarto año de labores, los días vacacionales aumentarán en dos días.
Lo siguiente se ejemplifica de la siguiente forma:
Año 1: 6 días
Año 2: 8 días
Año 3: 10 días
Año 4: 12 días
De 5 a 9 años: 14 días
De 10 a 14 años: 16 días
De 15 a 19 años: 18 días
De 20 a 24 años: 20 días
De 25 a 29 años: 22 días
De 30 a 34 años: 24 días
De 35 a 39 años: 26 días
Cabe destacar que la remuneración recibida por el periodo vacacional está acompañada por una prima vacacional, es decir, de acuerdo a la Ley Federal del Trabajo se le debe de proporcionar un incremento del 25 por ciento del sueldo que obtiene durante los días que le corresponden de vacaciones.
La Ley Federal del Trabajo puntualiza que el periodo vacacional se irá incrementando en dos días de acuerdo a la acumulación de años laborales hasta llegar a los 12 años, una vez concluido el cuarto año de labores, los días vacacionales aumentarán en dos días.
Lo siguiente se ejemplifica de la siguiente forma:
Año 1: 6 días
Año 2: 8 días
Año 3: 10 días
Año 4: 12 días
De 5 a 9 años: 14 días
De 10 a 14 años: 16 días
De 15 a 19 años: 18 días
De 20 a 24 años: 20 días
De 25 a 29 años: 22 días
De 30 a 34 años: 24 días
De 35 a 39 años: 26 días
Cabe destacar que la remuneración recibida por el periodo vacacional está acompañada por una prima vacacional, es decir, de acuerdo a la Ley Federal del Trabajo se le debe de proporcionar un incremento del 25 por ciento del sueldo que obtiene durante los días que le corresponden de vacaciones.
¿Como se calcula la prima vacacional?
La prima vacacional se calcula de la siguiente manera:
Salario diario x días de vacaciones = Resultado x .25 (% de prima vacacional).
Para calcular el salario diario, se divide el salario mensual entre 30, que corresponden a los días del mes.
Para determinar los días de vacaciones, revisamos la antigüedad del empleado según corresponda. Cabe destacar que la antigüedad no tiene injerencia en el porcentaje de la prima vacacional, pero sí afecta favorablemente al número de días a los que tiene derecho el trabajador por los años de servicio.
Salario diario x días de vacaciones = Resultado x .25 (% de prima vacacional).
Para calcular el salario diario, se divide el salario mensual entre 30, que corresponden a los días del mes.
Para determinar los días de vacaciones, revisamos la antigüedad del empleado según corresponda. Cabe destacar que la antigüedad no tiene injerencia en el porcentaje de la prima vacacional, pero sí afecta favorablemente al número de días a los que tiene derecho el trabajador por los años de servicio.
Guerra de sucesión de España
La guerra de sucesión fue un conflicto que duró 12 años desde 1701 hasta 1713 con el Tratado de Utrech. El testamento de Carlos II no suscitó en un principio ninguna oposición; todos los soberanos —a excepción del Emperador— reconocieron al duque de Anjou como rey de España y, en abril de 1701, Felipe V hizo su entrada en Madrid; pero las torpezas de Luis XIV hicieron cambiar la situación. En febrero de 1701 dio a entender que su nieto podría, en determinadas circunstancias, conservar sus derechos sobre la corona de Francia; con ello se retractaba de las garantías dadas de que Francia y España no se reunirían jamás bajo la autoridad de un único rey. Al mismo tiempo, actuando en nombre de Felipe V, Luis XIV ocupó los Países Bajos. Estas declaraciones y estas acciones aparecieron como otras tantas provocaciones.
Inicio de la Guerra de Sucesión
Las Provincias Unidas e Inglaterra se acercaron entonces al Emperador y se comprometieron a otorgar la sucesión de España a su segundo hijo, el archiduque Carlos de Austria. En septiembre de 1701 se formo una coalición que, en junio de 1702, declaró la guerra a Francia y a España. Portugal se unió a ella en mayo de 1703. El conflicto dinástico en torno a la sucesión de España desembocó así en una guerra internacional y, en el interior de la Península, en una guerra civil entre los partidarios de cada uno de los pretendientes.
En la Península, los aliados comenzaron cosechando éxitos. Los ingleses se apoderaron de Gibraltar (1704) y de Barcelona (1705). Cataluña, Valencia y Aragón se aliaron al archiduque. Se organizó la contraofensiva que permitió a los franco-españoles derrotar a sus adversarios en Almansa, no lejos de Valencia, en abril de 1707. En realidad, la partida se jugó en Flandes y en el Rin. Tras algunos éxitos iniciales, los franceses retrocedieron en todos los frentes. En 1708 perdieron Lille y vieron el territorio de Francia invadido. Luis XIV estaba a punto de abandonar el combate, pero sus adversarios le pusieron condiciones inaceptables: le exigieron que cediera Alsacia, Estrasburgo y Lille, y que el ejército francés expulsara de España a Felipe V.
Inicio de la Guerra de Sucesión
Las Provincias Unidas e Inglaterra se acercaron entonces al Emperador y se comprometieron a otorgar la sucesión de España a su segundo hijo, el archiduque Carlos de Austria. En septiembre de 1701 se formo una coalición que, en junio de 1702, declaró la guerra a Francia y a España. Portugal se unió a ella en mayo de 1703. El conflicto dinástico en torno a la sucesión de España desembocó así en una guerra internacional y, en el interior de la Península, en una guerra civil entre los partidarios de cada uno de los pretendientes.
En la Península, los aliados comenzaron cosechando éxitos. Los ingleses se apoderaron de Gibraltar (1704) y de Barcelona (1705). Cataluña, Valencia y Aragón se aliaron al archiduque. Se organizó la contraofensiva que permitió a los franco-españoles derrotar a sus adversarios en Almansa, no lejos de Valencia, en abril de 1707. En realidad, la partida se jugó en Flandes y en el Rin. Tras algunos éxitos iniciales, los franceses retrocedieron en todos los frentes. En 1708 perdieron Lille y vieron el territorio de Francia invadido. Luis XIV estaba a punto de abandonar el combate, pero sus adversarios le pusieron condiciones inaceptables: le exigieron que cediera Alsacia, Estrasburgo y Lille, y que el ejército francés expulsara de España a Felipe V.
Fin de la Guerra y El Tratado de Utrecht
Las hostilidades se reanudaron. Desde el punto de vista militar, Felipe V ganó la partida. Inglaterra y Holanda se resignaron a reconocer a Felipe V como rey de España. Se firmó el tratado de Utrecht, en abril de 1713. Inglaterra conservó Gibraltar y la isla de Menorca, ocupada durante la guerra, y obtuvo cláusulas especialmente ventajosas en el ámbito económico: el monopolio de la trata de negros en América y el derecho a enviar a las Indias todos los años un barco mercante de quinientas toneladas. Este navío, llamado de permiso, abrió una brecha en el monopolio comercial de España colonial. Por un acuerdo posterior, firmado en 1714, España cedió al Imperio los Países Bajos, Nápoles, el Milanesado y Cerdeña.
Las hostilidades se reanudaron. Desde el punto de vista militar, Felipe V ganó la partida. Inglaterra y Holanda se resignaron a reconocer a Felipe V como rey de España. Se firmó el tratado de Utrecht, en abril de 1713. Inglaterra conservó Gibraltar y la isla de Menorca, ocupada durante la guerra, y obtuvo cláusulas especialmente ventajosas en el ámbito económico: el monopolio de la trata de negros en América y el derecho a enviar a las Indias todos los años un barco mercante de quinientas toneladas. Este navío, llamado de permiso, abrió una brecha en el monopolio comercial de España colonial. Por un acuerdo posterior, firmado en 1714, España cedió al Imperio los Países Bajos, Nápoles, el Milanesado y Cerdeña.
Comentarios
Publicar un comentario